Y se hizo GRAN corro en el funeral de CHORETE
COYANZA , EN EL ADIÓS A MELCHOR DELGADO BARTOLOMÉ
Y SE HIZO CORRO El Funeral de Chorete ha sido de esos que congregan a tantos y tantas que se hace amplio corro alrededor del coche fúnebre a la salida de la Parroquia.
Se ha ido un Hombre de Coyanza más conocido que cualquiera de sus alcaldes. Sus gestos, su estilo eran propios y auténticos.
MÍTICO Y EN LA BARRA Sus largos brazos apoyados en la cafetera del Bar Lope en posición de espera mientras sale el café expreso, tan auténtico como él, mostraban a un hombre de la hostelería coyantina nacido para ello. Gobernó el lugar como Hijo de Lope y Amparo.
FÉ Y RESURRECCIÓN Visiblemente afectado, el Párroco de Valencia de Don Juan ofició la misa en su honor con un mensaje claro: Somos flor que crece, florece y «se marchita y se muere»; estamos obligados a creer en la resurrección. Fue el mensaje de Don Salvador en el entierro de un coyantino de 61 años.
ICONO GENERACIONAL Con el fallecimiento físico, que no su alma, de Chorete se va un icono de toda una generación de coyantinos nacidos desde el gremio de la hostelería y curtidos desde pequeños en la profesión de la que siempre era y puede ser el Benidorm y la Marbella de las cuencas y valles asturianos.
Sol y Café de Coyanza para el astur del norte cansado de nieblas y lluvias:: Y en el mejor lugar: El Café Bar Lope. REDACCIÓN LA COMARCA/ COLABORADORA.
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